Se llamaba Puta y era la más santa del lugar. Cada vez que alguien la llamaba por su nombre, todo el mundo volteaba para reírse, otros la insultaban o intentaban aprovecharse de ella, hasta le habían ofrecido dinero. A pesar de tener ese nombre, ella era buena. Si hasta podría haber sido monja porque aún era virgen... y hablando de vírgenes tenía una amiga que se llamaba María, y esa si que era Puta.
Aporte de Francoise
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