Spiga

El auto-engaño

En primera instancia, lo mejor es eliminar todo tipo de raciocinio de carácter lógico en torno al pensamiento, del cual queremos auto engañarnos, ya que cualquier equivocación podría conducirnos de manera peligrosa a la verdad. Engañarse a sí mismo bien puede ser un acto de piedad porque si uno es una persona odiosa no podría vivir consigo mismo si no tiene una visión distorsionada de la imagen propia.

Una vez desechado el estorbo de los pensamientos lógicos, se debe planear la mentira. Esta ha de ser cuidadosamente escogida, puesto que siendo nosotros inteligentes (vamos a asumir que así es), podríamos darnos cuenta de nuestro engaño, y al final no conseguiríamos engañarnos. Un método efectivo es hacer una sustitución de la verdad a través de repeticiones constantes. A modo de ejemplo si yo se que mis cuentos en realidad son una mierda, debo repetir constantemente y ojala 1000 veces al día, mis cuentos son muy buenos y a la gente que los lee le gustan mucho. Al final se hará una evaluación,leeré los comentarios de mis cuentos y sabré si voy bien encaminado.

Cuando hayamos logrado engañarnos totalmente, cuando a pesar de toda evidencia estemos convencidos de que lo que pensamos es cierto, conviene desechar los recuerdos de cómo lo hicimos. Si nos vienen a la mente pensamientos como “¿me estaré engañando yo mismo?” debemos negarlo rotundamente una y otra vez, hasta que ese pensamiento se parezca al ruido que hace la primera gota de lluvia sobre el pasto húmedo del parque.

1 comentarios:

Francisco Sepúlveda Araya

7 de enero de 2008, 18:47

Muy bueno. Me sentí muy identificado con una parte de mi vida que tuve que recurrir a esta tecnica, lo más raro que la usé para salir a flote.

Muy buenos tus cuentos! Me han gustado mucho!

SALUDOS