Resulta que a veces te das cuenta con que tienes dos opciones: la primera y la segunda. La primera es generalmente la más lógica, la que te aconsejan tus papás, la que acepta la sociedad, la que va más a la segura, la que te causa menos incertidumbre. La segunda, en cambio, te ofrece más aventura, es algo más arriesgada, es la que no le gusta a tus papás ni a la sociedad, es la que yo no tomaría si fuera tu. Si tomas la primera opción, te arrepentirás de no haber probado la segunda, aún cuando te vaya bien. Si tomas la segunda, lo más seguro es que te vaya mal, y si te va mal te la vas a pasar echándote mierda por ser tan mula y no haber tomado la primera opción desde el principio. O sea, en conclusión, tú nunca vas a estar conforme, salvo que te vaya bien con la segunda opción.
Fue lo que pensé de camino a la comisaria en aquel furgón de los pacos, luego de aquella pelea a la salida del pub.
4 comentarios:
4 de noviembre de 2007, 10:02
No siempre se ven tan claras las opciones a eligir muchas veces las opciones nos confunden y la que parece ser la apropiada simplemente no lo es y solo lo sabemos cuando ya no podemos arrepentirnos....
Muy bueno...
Coni
4 de noviembre de 2007, 15:11
Me encantó. Eso de las opciones, malditas opciones. Además que las familiares, siempre suenan tan aburridas. Son una suerte y una maldición sin salida.
Me gustó, buena estructura, cortita y concisa.
5 de noviembre de 2007, 9:24
es mucho más atractiva la segunda opción , generalmente es la que a uno lo hace feliz ...pero maldita cobardía siempre quedándonos con la primera ..
5 de enero de 2008, 22:45
Yo soy el anónimo de los cuatro comentarios anteriores.
Creo que las opciones no son tan maniqueístas. Podrías haber presentado las múltiples alternativas que se presentan en la vida. Pienso que se puede pasar por todas las opciones, al elegir una y desecharla, valoras las otras.
El que presentas es un pensamiento que no creo que dé para un microcuento.
Saludos.
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