Spiga

No molestarán más.

Me encanta verlo, girarlo sobre mis manos. Su cuerpo frío, hace que mi piel se estremezca. Poco a poco, sus dientes van rompiendo los vasos, las gotas caen por mis manos; él se rié, se mancha de rojo y se vuelve el único testigo de los últimos minutos de la no vida.

1 comentarios:

Alfonso Inzunza German

7 de enero de 2008, 23:08

Me gusta el hermetismo de la escritura. En tan pocas líneas se pueden armar muchas interpretaciones de lo que se relata. Yo lo interpreto como una mujer mordida por un vampiro.