Me encanta verlo, girarlo sobre mis manos. Su cuerpo frío, hace que mi piel se estremezca. Poco a poco, sus dientes van rompiendo los vasos, las gotas caen por mis manos; él se rié, se mancha de rojo y se vuelve el único testigo de los últimos minutos de la no vida.
1 comentarios:
7 de enero de 2008, 23:08
Me gusta el hermetismo de la escritura. En tan pocas líneas se pueden armar muchas interpretaciones de lo que se relata. Yo lo interpreto como una mujer mordida por un vampiro.
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