Érase una vez cuando nos besamos, ahí comenzaría todo, al menos para mí…al mirarlo a los ojos sabía que iba a desearlo pero no debía hacerlo…
A pesar de mis mil y un intentos por no desearlo y mis auto-reproches, me encontré de nuevo con sus besos... unas cuantas veces más y sabía que iba a quererlo, pero no podía…
Comencé sin querer a quererlo, es que él es distinto, en realidad, quizás es igual al resto pero para mí es especial y lo quiero tanto que a veces ni yo misma lo entiendo, aunque ahora no pueda mirar sus ojos….
En silencio, en mi silencio, me gusta quererlo, he tratado de entender las razones, pero nunca bastan, podría entenderlo si quizás….eso es lo distinto de este cuento, que es un cuento que aún no tiene final.
Aporte de Francoise
1 comentarios:
19 de enero de 2008, 15:19
sinceramente y con todo el respeto a tus emociones, pienso que no hay mucho aporte, es como típica cavilación del enamorado. había buena intención de dar esa sensación de... cómo decirlo, de rodeo sensitivo, pero faltó algún golpe fuerte, algo distinto, que variara lo común para la sociedad de lo que es tan importante y único para uno. en definitiva es que sintamos los que no estamos tristes lo que tu sientes de manera que no conmueva
saludos, cronopiado
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